Los dos tendrán que ser uno solo, lo dice la Biblia, y cuando aceptamos el compromiso de la unión, de caminar juntos, de ser responsable el uno con el otro, el estar en las buenas y en las malas, el ser el bastón mutuo, el ser el mejor ejemplo y el aceptar que la vida cambia cuando tomamos la decisión de convivir con mi alma gemela, y si así lo aceptaste, asúmelo con gallardía, con templanza con fortaleza y sobre todo se comprometido con la construcción de una familia de amor, de entendimiento, porque si lo haces tú vejes será de alegría y tus hijos serán tu mayor orgullo. NAMASTE.